El día previo al taller tuvimos una reunión preparatoria con mi compañero, Alejandro de la Cueva Murillo, en la que acordamos la organización de nuestras intervenciones durante el taller. Además de eso me informó que contaríamos con el apoyo de otro profesor, Jesús Francisco González Lozano, quien contaba con experiencia sobre todo en lo que toca a la revisión del programa de estudios y a las ECAs. Entre otras cosas, llegamos al acuerdo de que mi participación no se diera de manera aislada, como estaba contemplado en el cronograma, sino que se fuera dando sobre la marcha para aclarar los conceptos o dudas que fueran surgiendo.
Debo decir que tuve muy buena impresión de mis dos compañeros. Ambos están muy comprometidos con su trabajo y tienen un gran conocimiento de la historia de su entidad, de la cual además se muestran muy orgullosos. Como dato extra cabe mencionar que ambos asistieron al Seminario -aunque ninguno de los dos terminó dichos estudios-, lo cual les hace poseer una formación sólida en ciertas áreas de la filosofía.