En el taller que coordinamos Victor y yo, un profe nos interpeló de manera poco cordial diciéndonos que el tipo de estrategia pedagógica que proponemos es mera «doxa» propia del vulgo, que no pasa de la opinión, que está más cerca de la ignorancia y que es propia de una vida de esclavos.
Ante las actitudes hostiles, sugiero no caer en provocaciones y ante el cuestionamiento de los presupuestos filosóficos de los que parte el taller sugiero recomendar algunas lecturas que apoyen una concepción del conocimiento más democrática e invitar a seguir reflexionando sobre éste y otros asuntos de Filosofía de la Educación en otros espacios.