Segunda Jornada: La comunidad de indagación.

El segundo día de la comunidad de indagación en el Cbtis 99 inició un poco tarde debido a una congestión vial causada por el deslave de una obra cercana al plantel. Esto pude averiguarlo al ver las noticias por la mañana mientras desayunaba en el hotel. Un muro se había derrumbado por las intensas lluvias nocturnas y amenazaba con llevarse varios carriles de carretera, los cuales habían sido cerrados a la circulación y esto frenaba el tránsito. El diálogo entre el reportero que cubría la nota en el sitio y un automovilista afectado podrá hacer patente la profunda diferencia en la concepción del tiempo entre los habitantes del Distrito Federal y los de Monterrey. El reportero le pregunta al conductor cuánto tiempo ha permanecido en su auto debido al tránsito lento y éste le responde que bastante, cerca de –¡Válgame el cielo!– 15 minutos. ¡Quince minutos –expresé exaltado– no son nada en el D.F.!, ¡estar atorado en el tráfico es permanecer a vuelta de rueda durante horas! Así, durante un descanso, le comenté a uno de los profesores que las distancias son muy distintas en el D.F., pues para llegar a casi cualquier lugar, uno se toma más o menos una hora, en promedio y que los quince minutos del conductor afectado me parecían bastante risibles.

Participación ordenada en la Segunda Jornada.
Participación ordenada en la Segunda Jornada.

Ahora bien, habiendo esperado unos minutos para que llegaran los profesores, la segunda jornada inició, como lo marca el cronograma enviado, con el ‘Ejercicio III’ y el ‘Ejercicio IV’ del ‘Aprendizaje 1’. Mi compañero tallerista dirigió el ‘Ejercicio IV’ y yo dirigí personalmente el ‘Ejercicio III’ (quizá la palabra correcta sería ‘facilitarlas’, para continuar la jerga utilizada en la comunidad de indagación), pues en conjunto con él, ambos decidimos que el papel del Filósofo no podía limitarse solamente a la ‘Participación del Filósofo’ marcada en el cronograma, pues eso limitaría bastante mis intervenciones. De esta manera, con dichas actividades no sólo pude imbuirme considerablemente de la metodología de la comunidad de indagación (aunado a armarme de un mar de paciencia, prudencia, capacidad de diálogo, tolerancia, etc…), sino que también pude ofrecerles a los profesores un mayor marco conceptual. Así, la comunidad pudo profundizar en los conceptos de actos de habla, distinguiendo los actos locucionarios, los actos ilocucionarios y los actos perlocucionarios, a través de las distintas viñetas de Mafalda. La actividad permitió un gran enriquecimiento y participación por parte de todos los miembros (aunque los filósofos aún permanecían en una evidente expectativa), sobre todo, al momento de haber polémicas y divergencias de opinión al discernir los tipos de actos de habla en alguno de los globos de Mafalda.

De esta manera, pude ser el facilitador del ‘Ejercicio VI’ del ‘Aprendizaje 1’, nuevamente. Divididos por equipos, cada uno realizó una señal de tránsito (para esto, les ofrecimos un papel rotafolio y plumones de colores), analizándola y distinguiendo las emisiones constatativas, realizativas y los actos de habla. Esta actividad se realizó con bastante orden y permitió que todos los miembros se relajaran e incluso se divirtieran. Poco antes de la comida, ya habían expuesto su dibujo y explicación cinco de los siete equipos formados.

Realizando el 'Ejercicio VI' por equipos.
Realizando el ‘Ejercicio VI’ por equipos.

Postrer a la comida, los equipos faltantes expusieron su dibujo y explicaron su análisis a todos los miembros del taller, hecho que permitió el diálogo y la discusión entre todos los equipos. Así, durante la recuperación de la experiencia, los profesores expresaron una mayor satisfacción con el método de la comunidad de indagación, pues pudieron percatarse que, realizado el ‘Ejercicio VI’, los conceptos quedaban mucho más aprehendidos que con una simple exposición por parte del docente y que, sin duda, sería un método que podrían realizar con sus alumnos para la comprensión de la materia de Lógica. Se estaba haciendo la luz.

Exponiendo, distinguiendo y analizando.
Exponiendo, distinguiendo y analizando.

La segunda jornada continuó con la lectura del ‘Aprendizaje 2’, facilitada por mi compañero tallerista, en completo orden. Posteriormente, como lo marca el cronograma que nos enviaron, inicié el ‘Ejercicio I’ de este aprendizaje, procurando que los profesores pudiesen distinguir de una forma correcta y adecuada, las premisas contenidas, los conectivos lógicos (llamados marcadores en las hojas enviadas) y la conclusión en cada uno de los argumentos, detallando pues, que sólo puede haber una conclusión por argumento y que ésta debe surgir natural o intuitivamente de las premisas, las cuales se encuentran hilvanadas lógicamente y unidas por conectivos. No obstante, por premura de tiempo, no se pudo terminar este ejercicio, el cual se expresó que se retomaría para la siguiente jornada. La comunidad de indagación, como tal, estaba iniciando su camino.

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