Llegamos al CETIS 125 a las 8:10 de la mañana. A las 11:39, no habíamos avanzado nada en cuanto a la temática del curso. El expositor se extendió gran parte del tiempo en cosas marginales y divagó sobre el tema de filosofía para niños. Llegó el receso y otra vez el profesor Elguera se saltó mi participación. Después del receso, informó sobre cursos que se impartirían en la Federación de Filosofía para Niños. El expositor ahondó en el tipo de cursos y en quiénes los darían. Algunos profesores se mostraron interesados, pero fueron pocos. Luego, tras hacer una lectura rápida de la actividad 3, enfrentaron ejercicios de presunción y argumentación sin haber entendido de qué se tratan las presunciones y argumentaciones. Otra vez se me impidió hablar en los tiempos establecidos en el cronograma. Fue una sesión dispersa y sin una clara comprensión terminológica. Ocasionalmente, cuando me pareció conveniente, intervine para dar claridad a confusiones terminológicas que no se le aclaraban al grupo. Nuevamente comenté al profesor Elguera sobre los tiempos estipulados para mi participación. Estaba molesto con la situación y con la muy poco sensibilidad del profesor Elguera, a quien le preocupaba resaltar lo más posible qué es la filosofía para niños y la comunidad de indagación, como si éstas fueran los motivos de reunión del taller.
